domingo, 15 de noviembre de 2009

La comida en la literatura


Las tres cidras del amor
Érase una vez un príncipe, que andaba cazando. Estaba sediento y encontró tres cidras del amor. Abrió una y luego allí apareció una hermosa niña, que le dijo:
 Dame agua o me muero.
El príncipe no tenia agua y la niña se murió. El príncipe fue andando y como estaba muy sediento abrió otra cidra. Y otra niña apareció tan guapa como la primera que también le dijo:
 Dame agua o me muero.
El príncipe no tenía agua y la niña se murió. El príncipe continuó andando muy triste y juró solo abrir una cidra cerca de una fuente. Así hizo. Abrió la última cidra y como estaba cerca de una fuente y tenía agua la niña vivió. El príncipe se enamoró y juró casarse con la niña. Después se fue al castillo con la niña como su novia. Cuando la niña estaba en el jardín del castillo y vio a una mujer negra bebiendo agua. La mujer vio reflejada en el agua una cara muy bonita, pensó que era su propia cara y dijo:
 ¡Qué cara tan bonita! No puede ser.
La niña se rió. La mujer se volvió y vio a la niña. Furiosa le dijo que se acercara y le puso un alfiler en su oreja y luego la niña se transformó en una paloma. Cuando el príncipe llegó no encontró a la niña. Solo a una mujer negra y fea y le preguntó muy desconfiado:
 ¿Dónde está la niña que estaba aquí?
 Soy yo. Dijo la mujer – el sol me quemó mientras esperaba por usted.
El príncipe le dio las ropas. En seguida se fueron al palacio y se casaron. Pero el príncipe estaba muy triste porque la niña estaba muy fea.
Después de la boda el príncipe fue pasear por el jardín y encontró una paloma con un alfiler en la oreja. Empezó a quitarla y la paloma se transformó en la niña. La niña dijo al príncipe que la mujer la había transformad en una paloma para casarse con él.
El príncipe se casó con la niña y condenó a la mujer que fue transformada en un tambor y una escalaría.
Teófilo Braga, Contos Tradicionais do Povo Portugués, 1883

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